Artistas y espacio público

El artista, a través de su actividad en el espacio público, permite revitalizar, recuperar, generar espacios para la reflexión y participación ciudadana, fortalecer el sentido de pertenencia y apropiación del arte en los lugares donde desarrollan su actividad, para el disfrute de todos los ciudadanos. Las actividades artísticas en el entorno urbano generan una aproximación espontánea del transeúnte hacia la ciudad, a través de experiencias únicas y emotivas que promueven cambios y comportamientos culturales y permiten la transformación tanto física como social del territorio.  

En este sentido, las actividades artísticas que se desarrollan en espacio público permiten el ejercicio de una ciudadanía activa, corresponsable y partícipe en la construcción de ciudad.

El artista, para desarrollar su actividad, usa el espacio público, vigilado y protegido por las entidades distritales administradoras y gestoras que tienen potestad sobre el mismo, así como las demás autoridades que por competencia tienen asignada tal función. Estas tienen el reto de lograr una armonía con el entorno que se pretende abordar y con todos aquellos que van a convivir en él, de manera que se deben fomentar acciones y reglas mínimas compartidas que generen un sentido de pertenencia, faciliten la convivencia urbana y conduzcan al respeto del patrimonio común y al reconocimiento de los derechos y deberes ciudadanos (Alcaldía de Bogotá, 1995).

Las actividades artísticas con aprovechamiento económico en el espacio público: Es aquella persona natural o agrupación, que ocupa temporalmente el espacio, público para realizar una actividad artística, donde su objetivo principal es crear, recrear o impulsar manifestaciones artísticas que circulan de forma regular en el espacio público, con lo cual generan un valor cultural agregado al espacio urbano y en contraprestación pueden recibir una retribución económica, sin que medien boletería, derechos de asistencia, ni publicidad.