Lorena Vargas es bogotana, artista empírica dedicada a la escultura y emprendedora. Charli Meza es venezolana, administradora de empresas y artista plástica. Estas dos mujeres, madres de familia, tienen en común el talento y la pasión por la creación artística y las une la idea de levantarse cada mañana para encontrarse con su público; los ciudadanos, los turistas, los adultos, los jóvenes y los niños que recorren su espacio de trabajo, el espacio público de Bogotá. Ellas, desde diferentes puntos de la ciudad, se han convertido en mujeres de Arte a la KY.
Para Lorena, el trabajo como artista del espacio público comenzó hace una década influenciada por varios miembros de su familia que han dedicado su vida a las ventas ambulantes. Esta mujer de 36 años, apasionada por el arte y la fabricación de esculturas con diferentes metales, tomó también las calles de la ciudad como una vitrina para exhibir sus creaciones; una vitrina que le permite, según indica, mostrar su trabajo, manejar su tiempo y generar un espacio donde la gente observa, valora y adquiere sus creaciones.
Aunque su práctica artística empezó de manera empírica, Lorena siempre se ha interesado por aprender; es por eso que, en el ir y venir por las calles bogotanas, se dedicó también a intercambiar conocimiento con otros artistas del espacio público. “En el caminar conocí a gente que tenía unas técnicas diferentes a las mías, entonces hacíamos como un trueque. Ya con los años logré certificar mis saberes porque soy consciente de que entre más me capacite en lo que hago, mejor será la calidad de mi trabajo”, señala.
Y es que su trabajo es su sustento; es, como dice, “gracias a este trabajo que mi hijo mayor está por culminar la universidad y no falta para los gastos de la casa, para la educación y para la salud”. Lorena es madre de dos hijos, Daniel de 22 años y Samuel de ocho, ambos son grandes admiradores de sus esculturas y han crecido bajo la influencia artística de su madre: “el niño grande se crio en el espacio público, aprendió y ahora es un artista audiovisual. A mi hijo pequeño también le gusta mi trabajo, él me ayuda en el taller que tengo en la casa y me da muchas ideas”.
Hay unos días buenos, otros no tanto; hay días lluviosos y otros muy soleados; hay momentos duros como los vividos durante la cuarentena, pero sin importar la situación,Lorena vuelve cada día al espacio público donde la gente la ha estado apoyando durante los últimos 10 años. Ahora, esta talentosa mujer hace parte del programa Arte a la KY del Instituto Distrital de las Artes – Idartes que, como destaca, “no solo da un permiso, sino que siempre está pendiente de los artistas de la calle, brinda capacitaciones y nos ayudan a crecer. El Idartes ha sido la entidad que nos ha apoyado y eso me parece súper bueno”.
Al igual que Lorena, Charli Meza es artista, madre y mujer de Arte a la KY. Aunque por cerca de dos décadas estuvo enfocada en la danza y el teatro en su ciudad natal, Caracas, Venezuela, desde hace cinco años comenzó a experimentar una nueva forma de hacer arte, cuando llegó a Bogotá junto con su hijo Justin. “Llegué a probar el arte urbano, la calle. Al principio me pareció un poco difícil, pero con práctica y disciplina voy cada vez mejor; además me gusta el público, he aprendido a llegarles, ya puedo desenvolverme bien y me gusta bastante lo que hago”, dice.
En ese transitar por las calles bogotanas, Charli ha representado diversos personajes a través del estatuismo humano, un trabajo que, según explica, se trata de resistencia, de no moverse, no pestañear y respirar más suave. El primer traje que la acompañó en este camino estuvo inspirado en los carnavales de Venecia; era un traje largo, con capa roja, peluca y máscara. Luego, en busca de tener una mayor receptividad de su público, intentó con algo más cultural y la opción fue un arlequín femenino con traje amplio y zapatos de punta. Ahora es una reina de película que llama la atención de las personas que la ven al pasar.
Con los personajes que ella misma confecciona, Charli ha estado presente en la Plazoleta de Lourdes, la Carrera Séptima, el Parque Metropolitano Simón Bolívar y el Parque de la Independencia, zonas que hacen parte de la Regulación de Artistas en el Espacio Público. Pero además de entretener a las personas a través del arte, ella se dedica a su hijo Justin, un chico de 18 años con síndrome de Asperger y grandes capacidades para la tecnología, con quien comparte el mayor tiempo posible.
Ahora, además de su trabajo como artista del espacio público, esta mujer de 36 años se dedica a estudiar de manera virtual como una alternativa para abrir nuevas puertas y poder darle a su hijo una educación profesional porque, como señala, “ha sido difícil, pero siempre y cuando uno se organice, todo se puede hacer”… Todo se puede hacer como artista, como madre y como ciudadana. Como mujer de Arte a la KY.
A la fecha 79 mujeres hacen parte del programa Arte a la KY desarrollando actividades relacionadas con el teatro, el circo, la danza, la música, el canto, el dibujo, la pintura, la escultura y la poesía. En su mayoría son bogotanas, otras son venezolanas y algunas oriundas de ciudades colombianas como Pereira, Ibagué, Montería, Santa Marta, Neiva y Valledupar, así como de pequeños municipios ubicados en los departamentos del Valle, Cauca, Nariño, Caldas, Magdalena y Boyacá. Mujeres entre los 19 y los 89 años de edad que hacen posible el arte en el espacio público de Bogotá